La silla turca II

"No hay placer si antes no ha habido fastidio"
Alain Delon, actor francés.

Vale. Nos encontramos a finales del mes de mayo, mes de los asuetos consecutivos, de las madres, de los maestros, los estudiantes y lo que se les ocurra. Una cálida mañana de sábado. Mañana antagónica a la narrada en este maravilloso cuento de Baldomero Lillo, escritor chileno nacido en 1867. Vale la pena leerlo y empaparse un rato del mundo de las minas, las órdenes, la pesadez. "La campana del reloj colgado en el muro dio pausadamente las seis. De cuando en cuando un minero jadeante se precipitaba por la puerta, descolgaba su lámpara y con la misma prisa abandonaba la habitación, lanzando al pasar junto a la mesa una tímida mirada al capataz, quien, sin despegar los labios, impasible y severo, señalaba con una cruz el nombre del rezagado".

Y bueno. Ahora que ya pocos miembros actualizan su blog, me metí a curiosear entre los sitios de quienes sí lo hicieron. Redescubrí un texto de Ángel, quizás de lo que más me ha gustado de su literatura. Desde la imagen al último punto suspensivo, es una escena muy bien lograda y quizás perturbadora.  Humo, confesiones... Los invito a leer el poema del que les hablo.

Y bueno, otra vez. Dentro de este movimiento de buscar entre lo ya visto y lo ya leído, vuelvo a sacar a la luz un poema de Tania. Podría deshacerme en adjetivos pero no. Dejaré que ellos solitos aparezcan ante ustedes.

¿ Qué sentimientos dejar crecer?

Si nuestras sombras se evaporan cada noche

y en los días nuestros cuerpos se pierden

entre caminos vacios, entre locura.

Más vale leerlo completo aquí.

Y mando un saludo a todos, recordando a quienes nos leen que seguimos buscando colaboradores con el fin de hacer que esta pequeña comunidad se mantenga activa y se vuelva rica en matices, formas y literaturas distintas.

Hasta siempre.

No reseña, tan solo estusiasmo y apoyo.

todos los igús vacíos

"usted esta aqui" y simplemente no sabes donde estas y algo en ti desea que no estar ahi...

no supe que tan correcto sea q despues de una semana de su aparicion venga a aqui... pero algo en este escrito de roman me gusto mucho... por ello vengo minimo a hacerlo publico en esta reseña...

creo que me senti en parte identificado, quisiera regresar de alguna forma a algo que hacia con frecuencia, sin embargo el forzarme me haria perder alguna oportunidad.

asi siento que le pasa al personaje de "todos los iglus vacios" que se encuentra en un lugar extraño que jamas habia pisado en el que nunca habia estado y por sus deseos de regresar a lo ya conocido, a aquello en donde se siente seguro, se esfuma lo mas hermoso, algo sin tanto gris.

creo que ya todos habran leido su entrada, yo lamentablemente apenas pude, si no lo han hecho tampoco es muy recomendable que no dejen pasar la oportunidad...

un saludo a todos

La silla turca I

(Click en la imagen para ir a ninguna parte)

Bueno, después de una reprimenda cuyos efectos aún se sienten por parte de nuestro colega Ángel, me puse unos guantes de látex y ví qué había de nuevo en los blogs de nuestra pequeña comunidad. Palabra: coincidencia cósmica que tanto Addi como Ángel incluyeran en los títulos de sus más recientes actualizaciones la palabra "palabras". El primer aludido sacó a relucir un poema bonito, sencillo y, hasta cierto punto, digerible. Palabra: me sorprende. He de admitir, nuevamente sin temor a que me linchen, que no es el mejor poema de Addi. Sin embargo, me sorprende. Algunas imágenes oscuras bien colocadas, cierto saborcillo darky. La foto es buena, también. Al segundo aludido ya le puse que su más reciente poema era una excelente forma de cerrar lo que había venido haciendo en últimos poemas y sería estúpido de mi parte no volver a comentarlo aquí. Sí, tal vez sea un poquito largo y algunas estrofas sean densas, pero no deja de ser poesía original.

Palabra: mis colegas han hecho un buen trabajo. Les doy su sello de abejita trabajadora.

¡Oh, vanidad! Mientras el mundo se deshace entre Grecia, Arizona y el Necaxa (¿Qué ya nunca ascenderá León?), los diablos entraron en un momento de ocio y de, espero, creatividad. Más preocupados por ver quién firma y quién no. ¡He ahí el pecado mortal! Pero, como dice José Hernández en su Martín Fierro:

"Ninguno me hable de penas
porque yo penando vivo,
y naides se muestre altivo
aunque en el estribo esté,
que suele quedarse en pie
el gaucho más alvertido."

¡Basta! No soy monja regañona. Mejor, escuchen al señor David Robert Jones, quien tiene mejores cosas qué decir. Spin-offs with those who slept like corpses, Damp morning rays in the stiff bad clubs. Killing time in the '70s, Smelling of love through the moist winds.

Hoy en clase, exponiendo sobre la religión Zulú, me puse a pensar que ahi viene el mundial de futbol y entonces sabremos demasiado sobre Sudáfrica. Yo me muero porque hagan un mundial en Eslovaquia.

Hace, también, mucho calor. No lo soporto. Si soy un diablito de cabecera, por favor, déjenme vivir en el polo sur, allá donde siempre hace mucho frío. ¿Verdad que sí, Pingüino friolento? (Ah, no me digan nada, era mi cuento favorito cuando niño).

Así, sin más, les vuelvo a recomendar los dos poemas arriba mencionados. Sí, línchenme si quieren.